jueves, 23 de abril de 2015

12 meses, 12 libros: mi particular homenaje a la lectura un 23 de abril de 2015


Los seguidores de la Pecera ya habrán leído algunas de mis recomendaciones de literatura. Dado que este blog lo llevo escribiendo desde 2012, hay libros que han pasado por mi vida y no han aparecido por el blog. Siempre es difícil escoger libros para recomendar. Depende de los destinatarios/as, de la época en que se encuentre de su vida y de la propia época en que se encuentra el que recomienda así como de su gusto y otros muchos factores.
El ritmo de lectura también varía en las diferentes épocas pero si eres un principiante, igual con marcarte un libro al mes está bien para empezar.
Mis recomendaciones van a ser aleatorias. Voy a enumerar una serie de libros que en su día me gustaron por diferentes motivos. Me encantaría que en los comentarios de la entrada, hicieras entre una y tres recomendaciones de libros que te gustan a ti. Allá van las mías:
  1. La insoportable levedad del ser. Milan Kundera
Tomás y Teresa están casados. Se aman. A pesar de ello, Tomás no resiste la tentación de acostarse con otras mujeres. ¿Qué elegir? La levedad de la vida y las relaciones sin compromiso ni demasiada intimidad o el peso del compromiso. ¿La vida mundana o la vida tradicional? Teresa sabe de las infidelidades de Tomás pero sigue con él. Lo ama y con él su vida ha adquirido más sentido que aquella otra época en que vivía con su madre y era infeliz. Sabina, la amante eterna de Tomás, será ese ejemplo de mujer que ha optado precisamente por la levedad de la vida. Al final, lo único a lo que aspiran todos, es a ser felices y casi siempre experimentan "el eterno retorno" del que hablaba Nietzsche.

Un fragmento:

Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad. 

(...)

La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes. "

Llegué a este autor checo gracias a mi amiga M ª Rosa, en el colegio, cuando era adolescente. En los últimos años, he leído varios libros del autor. Todos con un cariz existencialista. La vida está en otra parte, el libro de los amores ridículos, la inmortalidad, la ignorancia, la identidad, etc. 

Hay una película, basada en la novela que comento, protagonizada por el gran Daniel Day Lewis y Juliette Binoche del año 1988. Muy conseguida.



2. Ébano. Ryszard Kapuscinski


Si eres de los que no se conforman con escuchar conceptos tan resumidos como "África subsahariana" y estás interesado en conocer algo más sobre este continente, éste es tu libro. Entre 1957 y 1990, este periodista polaco vivió en ese continente y escribió 29 relatos que recogen la vida africana y sus procesos de descolonización desde mediados del siglo XX hasta las guerras y hambre actuales. Precisamente estoy leyendo un libro que se llama "Por qué fracasan los países" y como ya se adelantaba en Ébano, mucha parte de la responsabilidad de que un continente como África no se haya desarrollado la tiene el hecho de que muchos de sus países han continuado con instituciones extractivas que perpetúan el modelo de sus colonizadores anteriores.

Un fragmento:

" Alba y crepúsculo. Son las horas más agradables en África. El sol o todavía no achicharra o ya no nos atormenta. Deja vivir, deja existir. 

Las cataratas de Sabeta distan de Addis-Abeba veinticinco kilómetros. Viajar en coche por Etiopía es una especie de compromiso que se negocia a cada instante: todos saben que el camino es viejo, estrecho y lleno de gente y vehículos, pero saben asimismo que tienen que caber en él, y no sólo caber sino también moverse, trasladarse e intentar alcanzar sus destinos. A cada momento, ante todo conductor, pastor de ganado o viandante surge un obstáculo, un rompecabezas, un problema que exige solución: cómo pasar sin chocar con el vehículo que viene en sentido contrario, cómo llegar hasta las vacas, los carneros y los camellos sin pisar a los niños y a los tullidos que andan arrastrándose; cómo pasar al otro lado sin caer bajo las ruedas de un camión, sin ensartarse en los cuernos de un buey, sin arrollar a una mujer que lleva 

sobre la cabeza un peso de veinte kilos, etc., etc. Y, sin embargo, nadie grita a nadie, nadie se enfada, ni maldice, ni blasfema, ni amenaza: todos corren su slalom con paciencia y en silencio, hacen piruetas, esquivan choques y embestidas, maniobran y se zafan del peligro, se agolpan y, sobre todo —lo más importante—, avanzan. Si se produce un embotellamiento, todos, tranquilos y a una, tomarán parte en la operación de desatascarlo; si se forma una multitud compacta, todos, milímetro a milímetro, acabarán solucionando la situación..." 

3. Anna Karerina. León Tolstoi.
Clasificada como una de las mejores novelas psicológicas de la literatura moderna. Ana Karenina, una mujer casada, siente una pasión indomable hacia Vronsky y comete adulterio. No será capaz de resolver el conflicto interior que sufre y a ello se sumará la presión de la carga de la sociedad. Como contraste, aparece la relación entre Kitty y Levin, que aparenta ser sana y plena en el campo pero que también esconde otros infortunios del matrimonio. Tolstoi ha aparecido en diferentes ocasiones por este blog pues, en mi opinión, es uno de los mejores de la narrativa realista; no obstante, no te dejes llevar en exceso por su moralismo siempre muy presente.


4. Los que vivimos. Ayn Rand.
Aunque pretendía enumerar aquí libros y autores que no habían aparecido antes por la Pecera, no he podido resistir la tentación de volver a mencionar a Rand. Es que tiene que estar en cualquier lista de las que yo proponga. Ya he hablado del Manantial, el nuevo intelectual, el manifiesto romántico y recientemente de la Rebelión del Atlas. No obstante, Los que vivimos, es mi preferida de todas sus novelas. Kira Argounova es una ingeniera que vive en la rusa soviética y desea marcharse del país porque su libertad individual queda totalmente coartada. Entre medias, vivirá dos relaciones. La que ya vivía con su amado Leo, que no comulga tampoco con el régimen comunista, y la que vive con Andrei, que es un agente de la GPU. Con este último, empezará por el interés de salvar a Leo pero ambos terminarán apreciándose mutuamente a pesar de sus diferencias de pensamiento. 

Un fragmento:

Mis manos... mi espíritu... mi cielo... mi bosque... esta tierra mía... ¿Qué debo añadir? Éstas son las palabras. Ésta es la respuesta. 

Estoy aquí de pie, en la cumbre de la montaña. Levanto mi cabeza y extiendo mis brazos. He aquí mi cuerpo y mi espíritu, he aquí el fin de la búsqueda. Deseaba conocer el sentido de las cosas. Yo soy el sentido. Deseaba encontrar un permiso para existir. No necesito permiso alguno para existir; ni que me den el visto bueno para vivir. Yo soy el permiso y el visto bueno. 

Son mis ojos los que ven, y la mirada de mis ojos confiere belleza a la tierra. Son mis oídos los que oyen, y la audición de mis oídos da su canción al mundo. Es mi mente la que piensa, y el juicio de mi mente es la única linterna que puede hallar la verdad. Es mi voluntad la que elige, y la elección de mi voluntad es el único edicto que debo respetar. 
He conocido muchas palabras, algunas resultaron sabias y otras resultaron falsas, pero sólo tres son sagradas: Lo quiero así. 
Cualquiera que sea el camino que yo tome, la estrella que me guía está en mi interior; la estrella que me guía y la brújula que señala el camino. Señalan en una única dirección. Señalan hacía mí. 
No sé si esta tierra en la que estoy es el corazón del universo o si no es más que una mota de polvo perdida en la eternidad. Ni lo sé ni me importa. Pues sé qué felicidad puedo alcanzar en esta tierra. Y mi felicidad no requiere un propósito más elevado para ser vindicada. Mi felicidad no es el medio para fin alguno. Ella es el fin. Es su propio objetivo. Es su propia razón de ser. 
Tampoco soy yo el medio para que otros lleguen a los fines que anhelan conseguir. No soy una herramienta para que me usen. No son un sirviente de sus necesidades. No soy un vendaje para sus heridas. No soy un cordero a sacrificar en sus altares. "




Hay una película que aún no te he tenido la oportunidad de poder ver. Os dejo el trailer:


5. Meditaciones. Marco Aurelio.

Hace poco que hablaba con un amigo sobre empresa y ambos pensábamos que muchos de esos libros que en numerosas ocasiones leemos para aprender a gestionar negocios, o simplemente, aprender sobre la vida, la psicología, etc. en realidad no son más que alguna prolongación de esos otros libros clásicos que contienen sentencias breves, firmes y muy sabias. Es el caso del libro de Meditaciones de Marco Aurelio; uno de esos libros que podría ser de cabecera y al que se podría recurrir en esos momentos en que hay riesgo de perder el norte más de lo adecuado. Como buen estoico, Marco Aurelio recoge una serie de aforismos sobre los que todos deberíamos reflexionar. Exquisito. Fue el último de los Cinco Buenos Emperadores de Roma. 

6. Padres e hijos. IvanTurguenev.
Uno de mis favoritos rusos, si no el que más. Padres e hijos es una de sus mejores novelas (1862). El protagonista, Bazarov, es un joven estudiante universitario, algo idealista y revolucionario, que lucha por la libertad universal pero está destinado a una vida trágica. Con esta novela, Turguenev da nombre al conocido como nihilismo filosófico. En Padres e hijos, Turguenev define al nihilista como la persona que no se inclina ante ninguna autoridad, que no acepta ningún principio como artículo de fe.


7. La tía Tula. Miguel de Unamuno.
No podía dejarme en el tintero a algunos españoles. La tía Tula es una de las mejores novelas del filósofo vasco. Tula, es una joven que se queda soltera para cuidar a sus sobrinos; hijos de una hermana que se muere. Vive con el cuñado y a pesar de las intenciones de él, lo rechaza como marido. Puesto que ya puede ejercer de "madre" con sus sobrinos, es una "virgen madre". Ella hace su particular "protesta" contra la imposición del matrimonio de la época, en un momento en que la Iglesia permitía el sororato - cuando un hombre quedaba viudo, debía casarse con una hermana de su mujer.

8. Los miserables. Víctor Hugo.
Valjean es un buen hombre que ha estado en la cárcel injustamente. Al salir, tendrá que luchar eternamente contra esa cruz. La sociedad cruel e hipócrita en la que se mueve, y en concreto, el personaje Javert, le harán la vida muy complicada. No obstante, tiene ocasiones de mostrar su bondad, de desarrollarse y de intercambiar amor y cuidado con la niña Cosette. La novela más extensa de Vïctor Hugo. Publicada en 1862.


9. Tao te King. Lao Tsé.

Lo mismo que Meditaciones de Marco Aurelio, este libro, también podría ser considerado de cabecera. Libros a los que recurrir en determinados momentos. Lao Tsé fue uno de los filósofos más importantes de la civilización china. Se piensa que fue contemporáneo de Confucio. El libro es un tratado breve que aborda desde la espiritualidad individual hasta el buen gobierno. Contiene los fundamentos del taoísmo filosófico.


10. El arte de conocerse a uno mismo. Arthur Schopenhauer.

Schopenhauer pensaba que la filosofía no debía ser entendida como pura teoría sino que debía servir como guía para tomar decisiones vitales y adquirir una determinada concepción de la vida. Este libro es una recopilación personal que el autor hace sobre reflexiones para aplicar en la vida. Autoarquía o autosuficiencia, respeto a uno mismo, amor propio, soledad, misantropía sana, aristocracia de la inteligencia, trato con el otro sexo con reservas, etc. Calificado por muchos como misógino, en mi opinión, hay que contextualizar al autor en su época y por otra parte, a mi lo que me interesa es todo lo otro que aporta para una buena vida. Aunque muchos lo han enmarcado dentro de la filosofía del pesimismo, en mi opinión, es una clasificación hecha con ligereza. He podido leer otros de sus libros - el arte de tener la razón, el arte de hacerse respetar, el arte de insultar o aforismos para una vida feliz - y pienso que no es pesimista.


11. Nada. Carmen Laforet.
Dado que entre los anteriores, hay algunos libros quizá demasiado profundos, entre medias, señalo algunas novelas menos extensas como puede ser ésta de Carmen Laforet con la que ganó el Premio Nadal en 1945. Enmarcada en la Barcelona de posguerra, la protagonista, Andrea, llega allí a cursar sus estudios universitarios, desde el pueblo. Va a vivir a casa de su abuela, donde viven dos de sus tíos y la mujer de uno de ellos, etc. La decadencia de su familia aparecerá en contraste con la bohemia ociosa universitaria que surge en la Barcelona de la época. Interesante retrato de la España de entonces.


12. Castilla. Azorín. 
Con el estilo sobrio, sencillo y directo de Azorín, termino este listado con Castilla, una de las obras de estilo impresionista del autor repleta de elegancia y frase corta. 

¿Qué libros recomendarías tú?

Lo escribe: Paz Hernández Pacheco

En las redes sociales:

  • http://www.facebook.com/desdefueradelapecera
  • Twitter: @DFDLaPecera


No hay comentarios:

Publicar un comentario