lunes, 1 de abril de 2013

El capote de Gógol: inspiración para Melville y Kafka

Si uno quiere comprender de dónde vienen los personajes de Bartleby, el escribiente, de Herman Mellville o Gregor Samsa, mítico personaje de la Metamorfosis de Kafka, podría acudir a El capote, de Nikolái Gógol, un cuento que fue escrito entre los años 1839 y 1841 y que fue publicado en 1842, cuyo protagonista Akaki Akákievich Bashmachkin es realmente conmovedor.

Akaki es un funcionario que ocupa una escala baja dentro de la admistración civil. Es cumplidor, constante, no hace ruido, buen administrador de la poca retribución económica que recibe y que cumple con el gran precepto "primero la obligación y luego la devoción". A pesar de todas estas buenas características - y tal vez a consecuencia de ello - es el blanco de todos los ataques, burlas y bromas de sus compañeros, quienes podrían ser calificados como auténticos cretinos y cuyos comportamientos, no se alejan en nada a muchos de los que solemos ver o vivir en nuestra sociedad actual.

 Vive en la fría San Petersburgo y nota cómo sus cumpañeros le miran por el feo y antiguo capote - abrigo - que lleva cada día a su trabajo. Un día comienza a sentir un frío insorportable en una zona de su espalda y se da cuenta que el capote está totalmente desgastado por esa zona. Así que decide acudir a su sastre e invertir en un nuevo capote; la inversión que le supone este nuevo capote es totalmente exagerada para el pequeño sueldo que percibe. No obstante, como ha sido un hombre ahorrativo, la mitad de lo que le cuesta el capote, la tiene ya ahorrada. Cada día se dirige a ver al sastre para ver cómo lleva el capote y tiene una gran ilusión porque llegue el día en que podrá disfrutar de él y salvarse del frío intenso que le azota. Por fin, consigue su capote nuevo y se dispone a ir a la oficina con él. Se siente alguien especial y sus compañeros se dan cuenta de su nuevo capote. Es un hombre aparentemente misántropo, que casi nunca mantiene relaciones sociales pero ahora que va con su nuevo capote, uno de sus compañeros le invita a que vaya a una fiesta a su casa que está al otro lado del barrio donde Akaki vive; Akaki decide ir pues su capote le protegerá del frío. Lo que ignora es lo que le espera a la vuelta, de regreso a casa.

Dostoievsky dijo de este cuento de Gógol: "Todos venimos del Capote de Gógol". De hecho, Dostoievsky se inspiró en este cuento para escribir su novela Pobres gentes.  

El capote fue identificado como el inicio de la corriente realista en la literatura rusa, entendiendo por realismo crítico, el retrato de una sociedad de la que el escritor denuncia aquellos aspectos con los que no está de acuerdo. Este cuento tuvo un enorme efecto sobre el público de la época y propició el desarrollo de la idea de "simpatía social" durante los años 30 y 40 del siglo XIX. 

Totalmente recomendable.




2 comentarios:

  1. He descubierto tu blog, y no puedo menos que hacerme seguidora del mismo.
    Saludos.

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  2. Gracias Ángela. Espero que puedas disfrutarlo. Saludos.

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