domingo, 27 de enero de 2013

La délicatesse

La delicadeza (2011) es una de esas películas francesas que puedes ver si no tienes ganas de "profundidades". No es en absoluto una obra imprescindible pero sí adecuada si te apetece ver a actrices como Audrey Tautou, aunque sólo sea por su estética tan francesa, su movimiento, su figura, sus gestos, su manera de vestir, en definitiva, su buen gusto y delicadeza. 




Nathalie (A. Tautou) es una mujer que disfruta del que ella siente - y eso parece - que es el amor de su vida, François. Una de esas parejas que se ve desde lejos que es posible, que al menos durante un tiempo más o menos prolongado, estén hechos el uno para el otro. Una compenetración absoluta. Ambos además muy guapos. Él muere en un accidente - en las pelis estos sucesos son algo común y lo desvelo porque ocurre al principio - y ella pierde toda ilusión, girando su vida únicamente alrededor de su trabajo. La originalidad de esta comedia romántica - "dramedy" según los propios directores - reside en que cuando vuelve a aparecer el amor, no se debe al típico amigo que ya estaba ahí cuando vivías una relación anterior, ni se trata de otro guaperas, o de alguien que te recuerde de algún modo a tu anterior pareja, ni de nadie que trata de alcoholizarte en una noche que ahogas tus penas para aprovecharse de  la situación. Markus es un sueco atípico que ha llegado a la empresa y forma parte del equipo de trabajo de Nathalie. Trabaja en los "suburbios" del edificio, pasa desapercibido, es tímido, tiene una forma de andar que le delata, y está trabajando con el expediente 114. A la vez es un tipo educado, sensible, respetuoso, y que saca la mejor versión de él mismo cuando está con Nathalie. Es un poeta - ya lo dice el propio jefe de Nathalie. Es consciente de que Nathalie es una de esas mujeres que eclipsan a todas las demás, es una "reina" entre "damiselas de diadema floja" que diría Rosetta Forner  Pero él es un caballero de armadura resplandeciente y no "oxidada" como la que tiene el jefe de Nathalie.

Hay una escena en la que Markus huye de Nathalie pues le da miedo enamorarse. Me recordó a la película El marido de la peluquera cuando ella le dice a él: "Me voy para que no me olvides".

La delicadeza es la ópera prima de David Foenkinos que también es el autor de la novela, su séptima. David Foenkinos contó con la colaboración de su hermano, Stéphane Foenkinos, para hacer esta película. Stéphane ya había tenido un buen padrino, Jacques Doillon - el padre de Lou Doillon, con quien debutó como director de reparto. La película se inicia y se acaba con una voz en off. Entre los cineastas que influyen a estos dos hermanos está Truffaut, apareciendo una escena de los biscotes que es un homenaje directo a Domicilio Conyugal, de 1970.

La música la pone Emilie Simon, una francesita de voz angelical y dulce pero a la vez con mucha fuerza.















2 comentarios:

  1. La he visto después de que la recomendaras ayer en Facebook, y la verdad, que en general el cine francés me gusta, está bien, una peli romántica bonita, pero no tipiquísima, la pena no haber podido ponerla en V.O. por no tener subtítulos en el canal (no me gusta nada el doblaje que suelen hacer del francés). Gracias por tus recomendaciones, descubro cositas interesantes ;)

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    1. Genial, Diana. Me alegro que compartamos estas cosas :-) Un besito.

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